Defensa
y Justicia, el Halcón de Varela, le ganó sobre la hora a San Lorenzo de Almagro
y logró treparse a lo más alto de la tabla de posiciones, esperando el
resultado de Racing. Histórico para este humilde club.
Philippe
Alcoy
De este
partido nos vamos a acordar durante mucho tiempo, termine como termine el
torneo. No solo se le ganó a un “grande” de local y con público visitante, y
sobre la hora; no solo se venía de ganarle a otro grande de visitante y actual campeón
de la Copa América, River; también se mantuvo el invicto en el torneo, luego de
16 fechas; también se llegó a la punta del torneo de primera A por primera vez
en nuestra historia (aguardando el resultado de Racing, claro). Los halcones
sueñan, los halcones soñamos.
¿Y cómo
no? Mirá el pase de tres dedos que le mandó el paraguayo Matías Rojas a Nacho
Aliseda. Mirá cómo encaró Nachito. Mirá cómo la aguantó en el área frente a
tres defensores del Ciclón. Mirá cómo definió el Cuqui, parece tan fácil. Mirá
cómo volvió el Cuqui al Defe: metiéndole goles a los grandes como ya lo había hecho
en el campeonato anterior contra River, contra Boca, contra Racing. Mirá el
gesto del Cuqui que en ese momento de gloria y de delirio de toda la hinchada
varelense, le atribuyó el gol al joven Nacho Aliseda.
Mirá cómo
lo gritó el Lolo Miranda, con las tripas, como un hincha, como un hincha mas
dentro de la cancha. Mirá cómo lo festejó Beccacece, con toda la fuerza. Mirá
cómo lo festejó todo el banco de suplentes y todos los jugadores en la cancha. Mirá
cómo lo festejó la hinchada, ¡qué locura en las tribunas! Había un aire de esa promoción
agónica contra Moron, allá por 2006, cuando nos salvamos del descenso a la B
Metro en el último segundo. Mirá cómo festejó Diego Cocca, el que logró el
maravilloso ascenso de 2014 y vino a ver y a hinchar por el Halcón.
Este
cuerpo técnico y estos jugadores dejan realmente todo en la cancha y contagian
a la hinchada y generan simpatía en todo el “mundo futbol”. Es un grupo de
perfil bajo que representa bien a un club al que nadie le regala nada, que
representa una de las ciudades más humildes del conurbano cuyos hinchas son
mayoritariamente trabajadores y trabajadoras que se ganan la vida con mucho
sacrificio. Como lo dijo Beccacece en una entrevista al final, este grupo sabe
lo que le cuesta juntar 350 pesos a esta hinchada para ir a la cancha; el buen
jugar y los que dejan estos jugadores retribuyen por lo menos ese esfuerzo.
Esto es
futbol pero la alegría del pueblo varelense va mucho más allá. Es por eso que,
como hinchas que seguimos al Halcón desde hace tanto, en las buenas y en las
malas, no caben las palabras para describir esta satisfacción, revancha simbólica
frente a una vida a veces muy dura e injusta.
No
sabemos cómo va a terminar todo esto. Lo único que sabemos es que el sueño no
nos lo roba nadie. Todos soñamos con el campeonato. Y creemos que es posible. En
cierto modo “ya somos campeones”. O en todo caso lo que estamos viviendo debe ser
lo más parecido al sentimiento de ser campeones. Para muchos clubes es un “fracaso”
no salir campeón. En Defensa y Justicia, para sus hinchas no puede y no debe
existir tal exitismo.
Por
todas esas cosas y mucho más, atrevámonos a decirlo: ¡el próximo campeón de la
Superliga argentina podría salir de Florencio Varela, es una realidad!
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