Philippe Alcoy
Me acuerdo los años en la B, en los que uno escuchaba los partidos por la
radio, a veces incluso escuchaba partidos de otros equipos para ir siguiendo
las actualizaciones de los resultados, porque la radio no sintonizaba. Cuantos
partidos de Ferro habré escuchado solo para saber cuánto iba el Halcón. Y qué
campañas desastrosas uno seguía. Mitad de tabla, para abajo.
"Insignificancia", en los medios; Defensa y Justicia era sinónimo de
risa. Pero qué bueno estaba ir de vez en cuando a la cancha, gritar goles, a veces
entre pocos.
Pero eso era antes. Hoy en día América conoce al Halcón. Y qué bien que
juega. Con poco y con mucha humildad. Y ayer era un partido histórico. Otrora
una realidad solo de videojuego. El Halcón se jugaba el paso a las semifinales
de una competición internacional. Y la tenia difícil. Había que remontar un 2 a
0 contra el
Junior colombiano. “Lo damos vuelta”. Esa era la consigna y la convicción de su
hinchada.
Ya lejos de tierras
sudamericanas hace varios años, no me podía perder ese partido. Puse el
despertador a la 1:30 de la mañana, el partido empezaba a la 1:45. Afuera hace
frio, a la noche hace frio por acá. Pero bueno. Mantita y ya está. Los primeros
minutos del partido me los pasé buscando una retransmisión en vivo
relativamente de buena calidad. No la encontré. El primer tiempo lo vi
pixelado. Pero qué importa. Ya es mejor que la radio de antes.
Y valió la pena. Qué
actitud. Qué equipo. Y qué lindo ver esa tribuna copada, llena. Lástima que no
sea en el Tomaghello, como tendría que ser si no fuese la arbitrariedad y la discriminación
hacia los equipos humildes. Pero bueno es así. Valió la pena, decía. Y si. El Halcón
hace dos goles rapidísimo. Hay penales. Por el momento.
Pero hacia el fin del primer
tiempo, el gran pero chiquitín Uvita Fernandez la manda a guardar otra vez.
Delirio en la tribuna. Delirio solitario en casa. Golazo. No tengo a quien decírselo
pero no importa, es un golazo. Pero ahí el árbitro hace ese gesto desagradable,
ese cuadrado idiota. Va a “verificar” la jugada en el VAR. Y ahí lo veo; y ahí lo
vemos, impotentes. Analizando la jugada del gol, dudando. ¿Qué analiza? No pasó
nada, fue un golazo, basta. Y otro gesto desagradable. Cobró falta. Anuló el
gol. Juro que me dije: “ese árbitro
brasilero este tiene cara de botón, el domingo votó a Bolsonaro, seguro”.
Todo fue tan confuso que
algunos en la tribuna tal vez ni se dieron cuenta que el gol había sido
anulado. Qué odio. Como te pueden robar bochornosamente así. Y se fue el
segundo tiempo.
Encontré una transmisión de
buena calidad. Pero la bronca está ahí. Impotencia. Empieza el segundo tiempo y
rápidamente, este equipo increíble, que huele a campeón, logra el tercer gol.
Ese árbitro y esa porquería del VAR me arruinaron el tercer gol. No lo grité. Pensé
que lo iban anular otra vez. Pero lo confirmaron. Y ya era tarde. Contento
estaba pero no es lo mismo. Me robaron el grito. No importa, 3 a 0, pasa
Defensa.
Pero faltando unos minutos
para el final, el Junior hace un golazo de otro partido. La única que tuvieron.
Resultado global 3 a 3 pero el gol de visitante da ventaja (que idiotez
distorsionante). El golpe anímico fue muy duro. No se pudo luchar con la misma
fuerza. Así y todo el “Memo” Bordagaray, en el último remate, la estrella en el
travesaño. Se acabó. Qué injusticia.
Sebastian Beccacece, el gran
DT de Defensa y Justicia, expulsado en el entretiempo, baja a increpar al árbitro
y a decirle una gran verdad: “nos robaron, ladrones”. Antes de eso saludo a los
jugadores y cuerpo técnico de Junior que pasó injustamente de ronda pero que no
tienen nada que ver con ese error vergonzoso. Después, gran actitud del DT, fue
a alentar a sus jugadores tristes en el campo y arengar y saludar el público
que se quedó ovacionando al equipo a pesar de la dura e injusta derrota. Al
final declaraba a la prensa: “las injusticias ayudan a crecer y a reforzar”. Grandes
palabras de un técnico que volvió de la selecciona argentina a dirigir a un
club humilde y con el cual está llevando a cabo una campaña increíble.
Para terminar: soy muy
favorable al uso de la tecnología para asistir al arbitraje. Pero no para
manipular. En el marco de un sistema basado en la sed de ganancia económica, “no
conviene” que equipos humildes lleguen a lo más alto. Pero la magia del futbol
a veces crea “milagros” deportivos. No son milagros en realidad, es el fruto
del trabajo duro de deportistas y cuerpos técnicos. Pero tal vez con el VAR,
los tiburones de la ganancia financiera encontraron el “truco” para manipular
resultados y configurar “duelos vendedores”.
Y así destruyen la ilusión
deportiva de gentes humildes. Simples hinchas. Personalmente, lo que más me
causa pena son los chicos que estaban en las tribunas. Esos chicos que deciden
hacerse hinchas del un club humilde como Defensa y Justicia y no caen en
exitismo para hacerse de Boca, River o cualquier otro “grande”. Pero bueno. Es
solo un final parcial. Ya vendrán otras oportunidades. Y qué alegría ver al Halcón
tan alto. Nuestra ilusión sigue intacta. Como dice el canto mítico: “Nooo pasa
nada, siempre estuvimos en las malas…”
Lo mejor del fútbol en humildad y calidad . Con hinchas que alientan aplauden y no queman no destruyen nada
RépondreSupprimertoda la verda humilda y sacrificio.
RépondreSupprimerFue increíble ver este partidazo. Usted sabe que cuando termino el partido vino a mi mente el juego de argentinos vs juventus que el bicho hizo todo pero no se le dio..estos pines dieron todo y hoy andamos con la frente en alto, yo vivo en Córdoba y los que vieron el partido dicen que fue un robo...lo ejemplar es de parte de todo el mundo defensa que alentó siempre y mas después del final.
RépondreSupprimerFue increíble ver este partidazo. Usted sabe que cuando termino el partido vino a mi mente el juego de argentinos vs juventus que el bicho hizo todo pero no se le dio..estos pines dieron todo y hoy andamos con la frente en alto, yo vivo en Córdoba y los que vieron el partido dicen que fue un robo...lo ejemplar es de parte de todo el mundo defensa que alentó siempre y mas después del final.
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