Durante el mismo encuentro, la misma tribuna,
alentando al mismo equipo. Dos banderas, dos mensajes muy diferentes. Uno
vehiculando prejuicios homofóbicos banalizados; el otro expresando la
solidaridad popular hacia una lucha obrera emblemática. Aquí una pequeña
reflexión.
Philippe Alcoy
La hinchada de Defensa y Justicia hizo un
gran esfuerzo para ir a alentar a su equipo en Brasil. Cientos de personas viajaron
desde Florencio Varela, durante casi dos días, hacia la ciudad de Chapecó, en
Brasil, en donde, lamentablemente el Halcón no logró clasificarse, por más que
estuvo cerca.
Así y todo, la gente de Defensa y Justicia se
destacó por su aliento durante todo el encuentro Incluso luego del final de la
tanda de penales, en donde Defensa perdió, despidieron a los jugadores con
cantos y aplausos. Una verdadera fiesta que iba mucho más allá del encuentro,
más allá del resultado final. Una fiesta para el público varelense, alegre y orgulloso
de ver a su humilde club disputar por primera vez una competición
internacional.
Pero desde las tribunas, otra cosa llamó la
atención. En un sector de la tribuna de los halcones se podía observar un
“trapo” particular que enviaba un mensaje de solidaridad a los trabajadores y
trabajadoras de PepsiCo en lucha contra el cierre de la fábrica, los despidos y
los intentos de la patronal de destruir la organización sindical. “No al cierre de PepsiCo. Fcio. Varela”,
se podía leer.
Evidentemente, esta “curiosidad” no fue
destacada por ningún “gran” medio nacional. Solo La
Izquierda Diario le dedicó un artículo, que circuló bastante en las
redes sociales, y no solo entre los hinchas de Defensa y Justicia.
Sin embargo, esta iniciativa progresista de
solidaridad por parte de un grupo de hinchas del Halcón contrastaba con la foto
de otra bandera en las tribunas ese mismo día. Esta foto, compartida en el
perfil oficial del club en Facebook y Twitter, muestra una bandera en donde se
lee: “Rompa culo Defe”. Mensaje
abiertamente homofóbico, sin mencionar la vulgaridad. Dicho sea de paso que ni
en Twitter ni en Facebook el perfil oficial del club compartió la foto de
solidaridad con la lucha de PepsiCo.
Algunos dirán, como siempre, que se trata del
“folklore del futbol” y que no tiene sentido hacer un escándalo por eso. Pero
ese mensaje grosero y discriminatorio no tiene nada de “folklore”. Más bien
contribuye a la banalización y a la difusión de prejuicios machistas,
homofóbicos.
Evidentemente, esto no es ni una invención de
la hinchada de Defensa y Justicia, ni su exclusividad. En cada partido, de
todos los clubes, se pueden observar banderas y cantos machistas, homofóbicos y/o
xenófobos (la hinchada del Halcón misma es objeto de cantos racistas por parte
de ciertos hinchas de Quilmes). Esto no es más que el reflejo futbolero de una
sociedad en donde reinan esos prejuicios y discriminaciones.
Aquí no se trata de “tirarle la piedra” a
nadie en particular, ni de hacer una crítica “moralizadora”. Sino de aprovechar de este contraste alevoso
para abrir una reflexión entre hinchas de Defensa y Justicia, y entre los
hinchas de futbol en general, sobre qué tipo de mensajes queremos enviar desde
las tribunas; sobre qué tipo de “trapos” queremos hacer para decorar con
orgullo las tribunas con los colores de nuestro equipo.
No cabe hacerse ninguna ilusión. No es porque
hinchemos por el mismo equipo que las diferencias y contradicciones de clase
desaparecen. No es porque estemos juntos en la misma tribuna que ciertas ideas
nos separen profundamente de otros hinchas. No es porque en las tribunas de
enfrente hinchen por otro equipo que no tenemos muchos puntos en común con
muchos hinchas de los equipos contrincantes.
La cuestión de fondo es: ¿en las tribunas,
qué expresiones van a prevalecer, la de los dominantes, machistas, xenófobas o
las expresiones progresistas de solidaridad popular, de respeto mutuo y de
saber que esto es un juego, fantástico, y que fuera como dentro del estadio
ciertas cosas deben ser condenadas y combatidas?
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